Esta obra foi pensada para que as alumnas e alumnos experimentasen o traballo en grupo e a colaboración, así mesmo para que se decatasen que no grupo non pode haber ninguén que non asuma as súas responsabilidades individuais, que todos temos que aportar e que debemos ser tidos en conta . Por outra banda propón estratexias para resolver situacións, como é o caso da busca de resposta sobre o que é a agulla de marear.
Tamén pola necesidade de ler para a formación do individuo, sendo unha fonte de coñecementos que comparte coa ensinanza regrada e académica unha das máis importantes facetas do seu desenvolvemento, ampliando a concepción de formación aberta ao entorno e buscando que se decaten de que a lectura debe e ten que formar parte das súas horas de lecer.
A obra xurdiu na aula de lingua castelá para buscar o significado da expresión agulla de marear, que eles non coñecían. Nun primeiro intre investigaron no ámbito familiar, no centro e cos coñecidos. A cantidade de respostas que conseguiron acumular levounos a darlle forma nunha representación teatral.
Tamén pola necesidade de ler para a formación do individuo, sendo unha fonte de coñecementos que comparte coa ensinanza regrada e académica unha das máis importantes facetas do seu desenvolvemento, ampliando a concepción de formación aberta ao entorno e buscando que se decaten de que a lectura debe e ten que formar parte das súas horas de lecer.
A obra xurdiu na aula de lingua castelá para buscar o significado da expresión agulla de marear, que eles non coñecían. Nun primeiro intre investigaron no ámbito familiar, no centro e cos coñecidos. A cantidade de respostas que conseguiron acumular levounos a darlle forma nunha representación teatral.
Esther Regueiro Montouto (R)
“La aguja de marear”
(Comienza la escena en el salón de la casa de Ana )
Ana - Mamá ¿qué es la aguja de marear?
Mamá - No sé de qué me hablas. Ponte a trabajar y no marees, que tengo las camas sin hacer, la comida sin poner y está apunto de llegar tu padre.
Ana - Si…pero yo tengo que hacer un trabajo para el cole.
Mamá - Pues ponte. Eso es cosa tuya, yo ya soy demasiado vieja para ir al cole, además yo no estuve en clase y no se lo que quiere tu profe que hagas.
(Llega su tía)
Ana - ¡Hola tita! Tengo un problema ¿tú sabes lo que es la aguja de marear?
Tía - No lo sé, pero me parece que la de la tienda de la frutería andaba el otro día con una. Tal vez ella te lo sepa explicar. Llámala, estará a punto de cerrar.
Mamá - ¡Ana! deja el teléfono que no tenemos acciones en telefónica, luego llegará la cuenta y tu padre se pone como una fiera.
Ana - Si, claro, y ¿cómo sé yo lo que es una aguja de marear? La profe no sabe qué inventar, si nos pusiera algo del libro… pero nos tiene que complicar las cosas, mareándonos la cabeza.
(Llega Lucas, el vecino)
Lucas - ¡Buenas! ¿Tienes una broca Carmen? Es que quería colgar unos cuadros en la pared y la mía se quemó la última vez que la usamos.
Carmen - Si, ahora te la traigo o, mejor, cógela tu mismo; está en la estantería del garaje.
Ana - Lucas ¿tú no tendrás por casualidad una aguja de marear?
Lucas - Yo no, eso de la costura es cosa de mujeres. Pero ahora le digo a Sofía que te la traiga, creo que tiene una en la caja de la costura, lleva allí años; era de mi madre, de coser los sacos de las patatas.
Ana - ¡Vale! ¡Menos mal! Ahora ya sabré lo que es eso y podré hacer su descripción.
(Ana da vueltas por la casa, coloca sus cosas y al poco llega Sofía)
Sofía - ¿Se puede pasar? Ana, ¿qué demonios me vino diciendo Lucas de una aguja de no sé qué? Yo no tengo tal cosa ni en mi vida la usé para coser sacos; estos oyen campanas y no saben de qué hablan. Si me lo explicas mejor tal vez la viese alguna vez, pero así… Ni idea.
Ana - Ya... pero yo no te puedo explicar lo que no conozco ni he visto en mi vida.
Carmen - ¡Qué habrás visto tú, mujer!, si tu vida aún es muy corta.
Sofía - Si es una aguja a lo mejor alguna costurera sabe de qué va. Ellas en las máquinas de coser usan distintos tipos de agujas, alguna de ellas quizás reciba ese nombre… no sé.
(Llegan dos coleguillas de Ana)
Coleguilla 1 - Ana, estuve hablando con mi padre del trabajo y me dice que tal vez tenga relación con el vino. Dice que, a veces, cuando el vino es muy fuerte se dice que tiene mucha aguja y que cuando se estropea se marea.
Coleguilla 2 - Mi hermana dice que eso debe de ser de algún reloj que tienen una aguja especial, que es la encargada de despertarnos, ¡un despertador!, vaya; y que le quedó ese nombre de los estudiantes que ponían el despertador para estudiar y luego no se levantaban. Entonces le llamaban la aguja de marear.
Coleguilla 3 - Mi abuelo me contó que, cuando él era niño, en su aldea, los dentistas les ponían unas inyecciones con unas agujas que los dejaban “kao” y que quedaban todos mareados, que eran bastante grandes y que se clavaban debajo de las muelas antes de sacarlas.
(Llega otro por la puerta)
Coleguilla 4 - ¡Ya tengo la solución!, mi hermano pequeño me la dio. Dice que es una aguja que llevan los conductores de los autobuses en el cuadro del volante, que hace que algunas personas se mareen y que los de tráfico los querían empezar a multar porque dicen que son ilegales.
Ana - Pues muy claro que se diga no está. Aquí cada uno dice una cosa y, la verdad, ninguna tiene que ver con ninguna. Empezaremos preguntando al repartidor del vino que viene esta tarde.
(Mientras hablaban llega el repartidor del vino con una caja en la amano)
Repartidor - (Entra y pregunta) ¿Dónde pongo las cajas del vino?
Carmen - Mételas en la bodega, detrás del coche; no me lo rasques…
Ana - ¡Por favor! ¿Nos podría decir una cosa?
Repartidor - Vosotras diréis.
Coleguilla - Queríamos saber si la aguja de marear es la del vino.
Repartidor - ¿Cómo?
Coleguilla - Si, eso, si a la aguja del vino se le llama así.
Repartidor – Mira, la verdad, es que de eso entienden los químicos, yo al vino no le echo nada. ¡Dios me libre!, si viene malo no es cosa mía, de verdad. Yo nunca en mi vida le eché nada al vino, eso lo sabe tu madre; en la vida tuve ningún problema con nadie… y yo ¡que sé! hoy en día adulteran todo y no me extrañaría nada que le echasen agujas, aunque, la verdad, no os preocupéis porque, al fermentar, el vino se lo come todo y no pasa nada.
(Se miran entre si alucinados y perplejos ante tal respuesta y deciden llamar al relojero que habían visto pasar desde la ventana ))
Coleguilla1 - Señor Servando ¿nos podría decir si usted tiene algún reloj que tenga una aguja de marear?
Servando - ¡Pero muchachos! ¿A vosotros vuestros padres no os pusieron respeto a los mayores o qué? Si os cojo os voy a decir yo lo que es una aguja de marear, ¡sinvergüenzas!
(Llega el abuelo a buscar a uno de los coleguilla, lleva una boina gallega)
Abuelo - (Se sienta con calma) ¡Chicos! es hora de acabar e ir a casa, ya lleváis mucho rato y tu madre quiere que te quedes un momento con tu hermano que tiene que ir a la peluquería.
Coleguilla - Abuelo ¿cómo es eso que me contaste de que, cuando eras pequeño, el dentista os ponía unas agujas que mareaban?
Abuelo - Sí, cuando chicos, un señor gordo, que ni era dentista, nos ponía a los niños unas inyecciones para que no nos doliesen las muelas picadas y nos las sacaba, pero yo creo que ahora ya no las fabrican y no se pueden comprar.
(En esto llega el cura para tomar un café y todos a una voz preguntan)
Todos - ¡Don José! ¿Usted sabe lo que es una aguja de marear?
D. José – Sí, chicos. Una aguja de marear es la que usó Noé en su arca para que las personas no se le marearan y no le vomitaran todo. Era pequeña y se la iba poniendo en la cabeza, según iban subiendo, a uno por uno, pero luego la dejó olvidada en cima de la cubierta y un rayo la destruyó para siempre. Por eso ahora la gente se marea en los autobuses y ya no tenemos remedio.
(D. José se despide y ellos se reúnen y hablan)
Todos - Esto no tiene mucha lógica, seguimos sin saber lo que es una aguja de marear. Nadie parece saberlo, debe de ser un misterio... puede… un acertijo… tal vez…
(Entra el vecino borracho, como siempre)
Vecino - ¡Hace un frío!
Carmen - ¡Sí! Tú no debes de traer mucho, que vienes engrasado…
Vecino - No te creas, hoy solo bebí una copa.
Ana.- Sí, sí, una debía ser de litro…
(Se callan y miran la escena asombrados)
Vecino - ¡Qué va! Era pequeñita, pequeñita…
Colega 1 - Ya, ya… ¿A que no sabes lo que es una aguja de marear?
Vecino - ¡Sí, claro, yo lo sé todo! Soy un as, cuando iba al cole, bueno alguna vez, yo sabía más que la profe.
Colega 2 - Si lo sabes todo… ¡eres Dios!
Vecino - Casi soy su consejero, siempre me consulta.
Colega 3 - ¡Al grano!, ¿sabes o no sabes la pregunta?
Vecino - Mira no te pongas chulo, que no te digo qué es.
Colega 4 - Si lo sabes te doy…
Vecino - ¡Una copa!
Colega 4 – No, eso no, yo no tengo copas, yo bebo agua que es mejor para la salud, pero le digo a Carmen que te haga un café con sal.
Vecino - ¡Mira!, sin ir más lejos, ayer a la noche estuve con ella en el bar, hablando solo, no te creas; es muy guapa y a mí no me hace caso, además huele muy bien, lleva una colonia muy buena.
Ana - ¿Dónde vive?
Vecino - En la casa de Bernarda Alba.
Colega 2 - ¡Sí!, no me digas y ¡cena con Valle Inclán!
Vecino – No, ese viene pocas veces, pero a Antonio Machado sí que lo tengo visto. Por cierto, nunca come huevos, dice que tiene mal el hígado.
Colega 4 - ¡Ya!, y ¿quién más cena con ella?
Vecino - Mucha gente. Mira, sin ir más lejos, un día que llegué yo, sin avisar, estaba merendando con Miguel Delibes y con Camilo José Cela, pero debían hablar en inglés ya que yo no les entendía nada.
Colega 3 - Ya, ¿el Rey no estaba?
Vecino - ¡No! Estaba invitado pero tenía que entregar los premios de vela en Mallorca.
Carmen - ¡Sabes!, mucho no coordinas pero algo te suena.
Vecino – Sí… me suena, me suena la cabeza como un transistor, no lo sabes bien.
Carmen - ¡Anda!, deja trabajar a los chavales que sino no hacen nada.
( se marcha dando trompicones…)
Todos - ¡No bebas, Ramón!, que acabarás hecho un tripajo.
Colega 2 - Va bueno, menudo cacao tiene, mezcla ajos con cebollas, pero, como dice tu madre, algo le suena.
Todos – Bueno… ¡a ello! que aún nos queda. Si hacemos una poesía para entrar en tema…
(Toman sus cuadernos y escriben, la recitan todos a una voz)
¿Quién la tendrá?
que nadie la encuentra.
¿Dónde estará?
Perdida y pequeña.
Tanto buscarla,
sin que aparezca.
¿Quién la tendrá?
Escondida y secreta.
Es tan buscada.
Nadie sabe de ella.
¿Estará en la montaña?
O… ¿bajo la tierra?
La tendrá el carnicero
O… ¿la abuela de Elena?
La tendrá el costurero
O… ¿la fiel pescadera?…
Nadie la encuentra,
Nadie la encuentra.
Aguja secreta, que a mi me marea,
Yo no la veo.
Ella lo intenta ¿dónde estará?
que nadie la encuentra.
Todos - ¿Qué será?
Colega 1 - ¿La tendrá el carnicero?
Colega 2 - Si, y el zapatero… ¡no te fastidia!.
Colega 3 - ¡Eso! A lo mejor el zapatero cose con ella.
Colega 4 - ¡Venga! Nadie la conoce. Será una ilusión, un personaje de un cuento, tal vez la profe se leyó algún libro que nosotros no leímos y por eso ella la conoce y los demás no, por eso siempre nos dice que hay que leer, que se conocen muchas cosas que de otra manera no llegaremos a saber.
Ana - Si va a ser que tenemos que ponernos las pilas y empezar a leer más.
Colega 1 - Repasemos los libros que hemos leído, tal vez este oculta en alguno de ellos como un personaje.
Colega 3 - Yo me leí… vamos a ver: cuentos, me leí cuentos… pero no recuerdo ningún personaje que hable de ella…alguna novela, pocas, pero tampoco recuerdo.
Colega 2 - Yo tampoco leí mucho…la verdad.
Ana - Definitivamente necesitamos leer más, además leer es más divertido que estudiar, puedes conocer cosas y dejas volar tu imaginación, y con ello construir espacios fantásticos en los que soñar. Yo me propongo leer, seré la que más lea.
Todos - Nosotros también vamos a leer mucho más en el futuro, a partir de ahora vamos a hacer una carrera para ver quien de nosotros lee más libros de aquí a final de curso.
Colega 4 - Yo pienso aprovechar el verano para ganaros, a ver a la vuelta, en septiembre, quien se leyó mas libros.
Colega 1 - Iré el primero a la biblioteca maña y sacaré dos libros y luego os preguntaré cosas que no me vais a saber responder.
Todo s - Lo mismo haremos nosotros…ja…ja…
Colega 3 - Bueno y ¿cómo hacemos con el trabajo?, ¿qué ponemos?…
Colega 2 - Cada uno lo que quiera, ¡vale!... ya está.
Colega 1- Para mí es…es….es… ¡un pez! que vive en los océanos, plateado en el dorso con dos grandes aletas y cola bífida que se come a peces más pequeños y está enamorado de una sirena de cabellos plateados que canta al amanecer sobre una roca.
Colega 2 - Para mi ¡una gallina! amiga de otra gallina que pone huevos de oro, envidiosa y tuerta que nunca está a gusto consigo misma , que siempre esta incordiando y coqueteando con el gallo, pero que de tanto meter la nariz en la vida de los demás se queda siempre sin maíz.
Colega 3 - Para mi es un rayo de sol que se cuela entre las nubes, para que crezcan las plantas, alegre y jovial, positivo y elocuente, que siempre le pone un haz de luz a la mañana aunque ésta amanezca con niebla.
Colega 4 - Para mi ¡un duende mágico! que me escucha en sueños y que hace que cada día pueda crear un mundo de fantasía en el que mis humildes sueños se hagan realidad.
Colega 5 - Yo la veo en el trigo dorado de agosto, en sus espigas, al viento.
Ana - Para mi flota entre las notas que desgarran las cuerdas de una guitarra, que tañen de forma diferente pero que juntas componen una melodía.
Carmen - ¿Qué? ¿Ya habéis acabado el trabajo?
Todos - No… pero hemos resuelto una forma de hacerlo.
Carmen - ¡Si! ¡Al fin!…
(Se callan)
(Llega un compañero nuevo)
Compañero nuevo - Venía a que me dejaseis copiar el trabajo, estuve viendo la tele y no me dio tiempo.
Todos - Menudo morro tienes, nosotros aquí deshaciéndonos la cabeza y tú tan fresco viendo la tele y aún lo dices, ¡ya te vale!
Compañero nuevo - ¡Venga chicos! menos chulería, seguro que no lo sabéis y por eso no me lo decís…. No apostaría nada…
Todos - ¡Que te crees tú eso! Sabemos muchas cosas, descubrimos muchas cosas haciendo este trabajo, estuvimos juntos y nos lo pasamos muy bien.
Compañero nuevo - ¡Sí! Sabemos muchas cosas - (con retintín)- pero ¿a que no sabemos lo qué es la aguja de marear?….ja… ja… ja…
Colega 1 - Te vamos a dar una pista… ¡Está aquí!
Colega dos - ¡Si!, tiene color marrón.
Colega 3 - Es sólida…
Colega 4 - Es divertida…
Ana - No vuela…
Compañero nuevo - (Busca por todos los lados)- No me llega, quiero más datos…no me llega.
Todos - Lee, lee más y la podrás descubrir.
Compañero nuevo - Lo de leer es un rollo, no te vale para nada, además se pierde mucho tiempo, es mejor ver la tele.
Todos - Estás muy equivocado, leer es divertido, descúbrelo y cuando lo hagas nos darás la razón.
Compañero nuevo - (Pensativo y dirigiéndose al público)- ¿Qué les habrán dado a éstos? La verdad es que se ven muy divertidos, empezaré a leer, a lo mejor es verdad lo que me están diciendo.
Ana - ¿Se lo decimos?
Todos - Bueno…¡Vale! Se lo decimos.
Colega 2 - No sabemos lo que es la aguja de marear, pero nos hemos mareado buscándola, pero que sepas que en el futuro tú también deberás de intentar hacer las tareas y no venir como los zánganos a aprovecharte del trabajo ajeno.
Compañero nuevo - Tenéis razón, no volveré…. Por cierto, decidme algún libro que sea fácil de leer y divertido. Creo que voy a intentarlo…ya que a vosotros os divierte tanto…
Colega 4 - Si vas a la biblioteca, seguro que te enamoras de alguno, ve y descúbrelo por ti mismo.
(Se marcha pensativo….).
(Entra el padre de Ana).
Padre de Ana - ¡Hola chicos! ¿Qué hacéis?
Todos - Un trabajo para clase.
Padre de Ana - Muy bien, seguid. Yo no os interrumpo.
Ana - ¡Papi! ¿Qué es la aguja de marear?
Padre de Ana - ¿Cómo?
Colega 2 - Si, eso, la aguja de marear.
Padre de Ana - Mirad el diccionario seguro que lo trae.
Todos - Ya miramos y no lo trae.
Padre de Ana - ¿Le preguntaste a tu madre?
Colega - Si, pero… no lo sabe.
Padre de Ana - ¡Qué raro…! Si tu madre no lo sabe…mañana a la profesora, que para eso está.
Colega 4 - ¡Si, claro! pero la profesora nos mandó investigar….y no lo damos encontrado.
Padre de Ana - Pues…no sé quien puede saberlo…
Colega 1- ¡Tengo una idea! Podemos poner un anuncio.
Todos – Genial.
(Se ponen a dibujar en un papel y ponen un anuncio).
“Si alguien sabe lo que es la aguja de marear que llame al 666 03 86 51, es muy urgente. Se gratificará…. Con las más expresivas gracias”.
Colega 2 - Yo lo llevo al periódico. (Se marcha)
(Suena el teléfono)
Ana - ¡Si! ¡Diga…!
(Tapa el auricular y comenta…)
Ana - Es por el anuncio
(Vuelve a atender el teléfono)
Al teléfono - ¿Quién? - (Los demás miran expectantes)- ¡Si no me lo puedo creer! - (Se acercan todos a intentar escuchar) ¡Sí!…¡sí!…¡sí!...¡sí!…¡sí!… ¡sí!...
- (Ana pone cara de asombro y los demás cuchichean entre ellos) - ¡Ya!…¡ya!… ¡ya!
¡vale!… ¡No me lo puedo creer!…¡Qué pasada!… ¡Es increíble!…. ¡Por eso!… ¡Claro!…¡Es inaudito!…Bueno - (Titubeando) - ¡Muchas gracias!
(Cuelga)
(Todos esperan impactados)
Todos - ¡Ana! ¡Cuenta!…¡cuenta! ¿Quién era?
Ana - ¡No os lo vais a creer! ¡Era la aguja de marear! Se presentó y me dijo que parásemos de buscarla, que no era real, que sólo existía en la jerga de la ironía popular. Que le encantaba liar las cosas y que le gustaba hacernos pensar y discurrir, que con nosotros se lo había pasado bomba y nos manda saludos por haberle dedicado nuestro tiempo.
Todos - ¡Pues vaya!
Colega 3 - ¡Oye Ana! Era una voz de mujer ¿verdad?
Colega 1 - ¡Sí! Era de mujer, que yo la oí.
Colega 3 - Sí, yo creo que conozco esa voz…, sí… ¡la conozco!… Creo que ya la tengo…¡Sí! … - (Todos observan expectantes) - Esa voz la escuchamos todos los días en el cole…ya lo tengo, ¡es nuestra profe de lengua!… ¡si será!…
(Llegando por la puerta)
Profe de lengua - Chicos, estoy muy orgullosa de vosotros y de cómo habéis tomado en serio el trabajo que os mandé hacer y sobre todo en cómo habéis investigado y colaborado entre vosotros. Os espero cuando queráis para coger libros de lectura en vuestra biblioteca, ya que es la vuestra y no la mía.
Todos – (A una)- ¡Sí! a partir de ahora vamos a leer, pero tenemos un problema, no sabemos cuáles son los libros que nos pueden resultar más interesantes.
Profe - Si preguntáis a vuestros compañeros por los que ellos leyeron tal vez os puedan informar y sino podemos hacer el “biblioteca revuelta”, un día vamos a la biblioteca y vosotros investigáis y buscáis entre ellos aquel tema que más os convenza, tened en cuenta que al principio los libros nos sitúan la historia y a veces no parecen divertidos pero según vais avanzando en la lectura veréis como os enganchan, cada historia tiene mucho nuevo que aportar.
(Se abrazan dando saltos)
Ana - ¡Sí! Eso haremos. Tenemos que empezar a darnos cuenta de que estudiar no es chapar sino hacernos adultos mediante el conocimiento, lo cual implica ampliar nuestros horizontes y la lectura nos ayuda a estudiar más fácilmente ya que nos aporta vocabulario y expresión, además…nos ayuda en la ortografía.
Todos - ¡Menos tele! ¡Más lectura y más deporte!
Autor: Mª Esther Regueiro Montouto
1 comentario:
Ha sido un placer encontrarme contigo a través de este mundo de los interneles. Un abrazo.
C. Argiz Vila
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