2/13/2013

tertulia literaria ene clases con alumnos 4ºESO

Tertulia literaria de un poema romántico en clases de lengua castellana. 4ªESO

Era más de media noche,

antiguas historias cuentan,

cuando en sueño y en silencio,

lóbrega, envuelta la tierra,

los vivos muertos parecen,

los muertos la tumba dejan.

Era la hora en que acaso

temerosas voces suenan

informes, en que se escuchan

tácitas pisadas huecas,

y pavorosos fantasmas

entre las densas tinieblas

vagan, y ladran los perros

amedrentados al verlas;

en que tal vez la campana

de alguna arruinada iglesia

da misteriosos sonidos

de maldición y anatema,

que los sábados convoca

a las brujas a su fiesta”

                               José Espronceda El estudiante de Salamanca

 

Hoy hemos querido probar con los alumnos de 4ºESO lo que es una tertulia dialógica y lo cierto es que ha resultado muy interesante. Cada uno de ellos leyó el texto, que ya había leído en casa para hacer unos ejercicios sobre el Romanticismo, y entonces pasamos a hablar sobre el texto.

Al principio nadie quería hablar, pero paulatinamente se fueron animando y creo que fue un debate interesante, al menos para mí.

Los primeros tertulianos que hablaron habían subrayado  “que los sábados convoca/a las brujas a su fiesta”, ya que la imagen de las brujas les evoca muchos sentimientos negativos, sin embargo fuimos viendo como los límites se difuminaban, ya que encontramos brujas buenas y malas en el cine, en la literatura, y además en nuestra cultura gallega “habeinas hainas”. Hemos hablado de las “menciñeiras” que curan con hierbas y hemos hablado de varios remedios caseros que ellos conocían: Conjuros para elevar “a boa espita” , para quitar los dolores de espalda, para curar a una vaca (poniéndole un bastón y creo que una pucha)…y que parecía que daban buenos resultados. Un tertuliano afirma que se curan si se tienen que curar y que, si la vaca curó así, es que iba a curar de todas las maneras. Bromeamos un poco sobre la idea de que las brujas salieran los sábados, como los jóvenes…y que todos éramos un poco brujas buenas y un poco brujas malas… Esto lo relacionamos con la superstición de los que escogieron: “de maldición y anatema”, aquí hablamos de diversos conjuros negativos que todos conocían, como que si oyes al búho cantar antes de desayunar, podías morir, lo cual hacía que ella nunca saliera de casa sin desayunar; o que los gatos negros traían mala suerte, o que dependiendo de donde cantara la corneja moría un vecino del pueblo de arriba y de abajo, y que a esta tertuliana le dijeran que en una ocasión cantaran dos y murieran dos vecinos, uno de arriba y otro de abajo. Por ejemplo si era el cuco quien cantaba, y salías sin desayunar, quedabas capado.  Se habló también de diferentes tradiciones supersticiosas como que en San Juan hay que cubrir de flores los agujeros de las casa para que no entren los malos espíritus, o que si dejabas las claras de un huevo en San Juan aparecía como un barco dibujado al día siguiente…Un tertuliano afirmó que él lo iba a hacer una noche cualquiera a ver si ocurría lo mismo. Y, por supuesto , hablamos de los fantasmas: “y pavorosos fantasmas/entre las densas tinieblas”, que imaginamos blancos, saliendo de la oscuridad, incorpóreos y que algunos decían que habían visto en alguna ocasión, o al menos algo parecido a un fantasma, una especie de niebla blanca misteriosa…Fantasma que a veces nos dan miedo, pero que también a veces son buenos, y se citó a Casper…Y por supuesto “los muertos la tumba dejan.”, nos llevó a hablar de zombies, como en nuestra cultura los muertos vivientes con carnes pudriéndose alrededor no corresponden a nuestra cultura. De hecho en Un ollo de vidro vimos como Castelao ironiza sobre esto diciendo que los muertos no pueden salir de las tumbas hasta que no huelan bien, es decir, hasta que no quede ninguna carne en ella. Es decir, nosotros imaginamos, como en el poema, que si los muertos se levantan son esqueletos, de ahí los versos que escogieron otros tertulianos: “tácitas pisadas huecas”. Esto nos llevó a hablar de los muertos y de la muerte. Primero tocamos temas escabrosos como la catalepsia y el origen de las campanas en los cementerios para evitar que te enterraran vivo, después otras historias sobre gentes a las que le habían quitado los órganos y aún estaban vivas, la necesidad de quitar los huesos de las tumbas pasados unos años y que alguien tenía que hacerlo…Una tertuliana contó la tradición de que las personas que no iban a San Andrés de Teixido podían ir transformados en un animal de peregrinación y que entonces había que tener cuidado de no matar a ninguno de los bichos que ibas encontrando. Esto generó ciertas bromas y polémicas sobre si entonces los que allí vivían se podrían comer los animales que tenían, no se fueran a comer a algún animal que fuera un pariente, pero concluyeron que no eran los animales de allí sino los que iban hacia allí. Hasta acabar con un debate sobre la muerte más trascendente: había quien estaba seguro de que la vida tenía que servir para algo, es decir, que habría vida después de la muerte, otros hablaron de la reencarnación, otros de que después de la muerte no hay nada, nos morimos y ya está, como el resto de los seres vivos, otros que eso no lo querían creer que era muy feo y daba miedo pensarlo…

                Para acabar comentamos brevemente la frase “temerosas voces suenan” para insistir en cómo los sonidos llenan nuestras vidas de miedo, tanto los sonidos misteriosos de las noches, como las voces que no ubicamos, siendo más importante el tono que lo que realmente oímos o decimos.

 

 

 

 

 

 

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