3/22/2014

Novela 3ºESO

Novela de 3ºESO- Primera entrega

Cuando Iván se cayó en el patio se ensució todo y entonces Hugo le dijo:

-Te presto un pantalón que tengo en clases.

A continuación fuimos a hablar con el profesor de gimnasia y nos dejó ir al baño a cambiarnos. ¡Bueno! El que se cambiaba era Iván.

“¡Jolín! A ver si acabo pronto y me voy a clases…Sólo faltaba que ahora me pusieran falta…”

Hugo miraba a Iván y, mientras Iván metía el pantalón sucio en la bolsa, Hugo decía:

- ¡Jo! ¡Cómo te manchaste!

Pero, cuando íbamos a salir, “deseosos de ir a clases de lengua castellana un lunes por la tarde…jejeje”, nos quedamos encerrados. La manilla no hacía fuerza, no abría.

Nos dio un ataque de risa y empezamos a golpear la puerta. ¡Menos mal que Eric salió de clases y nos escuchó gritar!

- ¡¡¡¡¡Abrid!!!...Que alguien abra la puerta…..

La primera intención de Eric fue tirar la puerta. Eric, que es nuestro amigo, no podía permitir que nos quedásemos encerrados. Entonces Susana, que oyó los ruidos, salió de clases y dijo, enfadada:

- Eric, ¿qué haces?

Eric le contó a Susana lo que había ocurrido y César y él bajaron a buscar ayuda. Llamaron a la conserje y ella les explicó que ahora el Ayuntamiento estaba cerrado y no podía llamar a nadie de allí para solucionar el problema. ¡Pobres Hugo e Iván! ¿Tendrían que quedarse a dormir en el colegio? No estaban dispuestos a ello. Antes que eso saldrían, aunque fuese por la ventana.

Finalmente llegó el profesor de Educación Física y con una manilla vieja consiguió abrirnos…¡Menos mal!...No había acabado aún la clases, ni se habían ido, por lo tanto, los autobuses…Sus padres no tendrían que venir a buscarlos y habían evitado la consiguiente bronca paterna…Todo se quedara en una pequeña aventura.

            Tampoco estaban el clases en ese momento Laura y Alicia, ya que, en el recreo, mientras jugaban al voleibol, se les escapó la pelota fuera del colegio y salieron a buscarla. Laura y Alicia no habían pedido permiso a ningún profesor para salir del colegio, con lo cual, querían hacerlo rápido, para que nadie les viese. Habían pasado ya veinte minutos y la pelota no aparecía. De repente encontraron, no el balón, sino un cachorrito de labrador con una patita rota…No sabían qué hacer con él, pero, desde luego, no lo dejarían allí.

 

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